Me di cuenta de algo que era un poco más que obvio. Era nato del amor obsesivo que tengo por él. No hay persona que quiera más. No sólo por el querer, sino por la costumbre de que me duela y saber que con todas las personas me pasaría. Cada vez que quiero y encuentro a alguien adecuado a mi, sólo surgen cosas paralelas que me detienen en el tiempo para llegar a no ser.
En cambio con él, esa costumbre se hizo rutina. Y mejor mal conocido que mal por conocer, dicen.
Estoy sentada sobre un mar de lágrimas que me consumen y me hacen sentir miserable, destruida y vulnerable.
Quiero muchas cosas y no tengo nada. Es difícil querer a alguien que te quiera, es difícil bancarte sola todo y no saber para donde girar.
Hoy por hoy, creo que después de todo, ya deje de sobrevalorarlo a él, dejando que todo pase es mejor ¿no?
Quiero la cama con alguien a quién abrazar en las noches, compartir muchas birras y recitales. No un amor para toda la vida. Pero con él quería mi año entero, mi vida. Todo eso y más.
Esperaría que no te asuste este sitio de sinceridad donde mi corazón vomita su verdad.
lunes, 29 de febrero de 2016
Esta noche yo te invito.
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Arrancacorazones.