Acá de nuevo, extrañando de una manera que podría llegar a decir, horrible, asquerosa, hasta casi inhumana. (Exageración de amor, quizás)
Acá de nuevo, pensando en vos y en todas las ideas que me hice. Y lo juro, te quiero como a nadie pero esto ya no me sirve de nada. ¿De qué me sirve querer a alguién que le da igual que le hable, le escriba o siemplemente lo quiera? Es verdad, yo sólo me encuentro cuando estoy con vos. Qué más da, nadie muere a razón de un sentimiento. Soy una persona con un pasado terrible, y pasé demasiadas cosas como para que me dificulte la vida alguién a quién no le importo. Y tal vez sí, vos me importas mucho más que todos, porque el amor siempre nos salva de todo y todos. Pero si no se da, no se da. No hay marcha atrás.
Mientras mis lágrimas caen sobre este teclado, siento como el corazón se me acomoda. Porque ya no daba más de lágrimas, estaba inundado de nostalgia. Así como no podés mirar directo al sol, como no podés meter las manos a la hogueras, no puedo ser si no es con vos (por lo menos hoy no)
Si voy para allá, o vengo para acá, donde sea que mire estás vos.
Qué importancia puedo darle al amor, si nadie va a venir a rescatarme. Si ni siquiera puedo entender lo que me pasa hoy, porque sigo llorando y porque no puedo entender que ya está, ya pasó, ya fuiste aunque no hayas sido mío nunca. No es mi tiempo, no sos para mí, no soy para vos, no n a d a.Me ahogo en miradas que ya no existen, sigo pisadas que ya gastaron la suela de mis zapatos pero aún así, sigo acá.
Qué me queda hoy más que seguir viviendo mi vida como hasta ahora, buscando la forma más fácil de aceptarme y de aceptar que el amor, las relaciones y todo lo que eso implica, no es para mí.
Es que fue
tu (no) a m o r,
la resaca
más larga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Arrancacorazones.