Subí a ese colectivo completamente vacío con una amiga, eramos nosotras dos sentadas en el fondo. Hablamos un momento, y llegó a su parada. Bajó. En el momento en el que me quedé completamente sola, sólo miré hacia adelante y lo único que se me cruzaba por la cabeza era no bajarme de ahí, no sé a donde prentendía bajarme. Pero lo único que no quería era llegar a mi casa, llegar de nuevo. Simplemente, creo que me gustaría estar lejos, lejos muy lejos de todos. Sola, completamente.
En este momento lo pienso, y creo que debería superar el hecho de no hablar ciertos temas con ellos. Hoy, tocaron el tema de mi viejo, y simplemente, no pude. Pienso que nunca podré hacerlo. Ni mi mejor amigo sabe nada de eso, jamás podría contarle a nadie. Son cosas del pasado que te complican la vida, creo.
Hay muchas veces en las que me siento bien, cómoda con tantas personas que dicen saber algo de mí y dicen sentir cariño por la persona que soy con ellos, aunque no lo crea ni yo misma. Verdaderamente, hay veces en las que no pienso en nadie, y creo que eso está mal ¿no? Hago cosas que sé que están mal, pero pienso, si no estoy haciéndole daño a nadie ¿por qué parar? A nadie debería afectarle, es mi cuerpo, mi mente, mi vida. En definitva, tendría que hacer lo que se me ocurra. Pero, también de vez en cuando, pienso en algunos de mis amigos, como Mauricio. Las veces en las que se puso mal sólo por verme mal a mí, y las veces en las que me retó por las cosas que hago, y en otras tantas veces en las que me habló (aunque no hable tanto) Entonces, ahí, bajo un cambio, y me pongo a pensar en que no quiero eso.
Creo que la del problema, soy yo. Nadie más. Y juro que lo sé, siempre lo supe. Tengo miedo, tengo bronca y tengo mucha pero mucha inseguridad en mi misma, en lo que pueda llegar a ser.
Es increíble que siendo así, tengo a los mejores amigos que pude haber deseado, y a las personas que jamás hubiera pensado que estarían. Simplemente, amo los momentos que estoy con ellos, me hacen reir, me hacen llorar, me hacen comprender muchas cosas sin hacer ni decir nada.
Creo que nunca podré cambiar, nunca podría llegar a ser una chica ´normal´ en todo aspecto. Pero sin embargo, tampoco me importa eso, en un punto me alegro de estar así. En un punto, no le haces daño a nadie estando sola. Creo que yo sola me entiendo, já.
Estos días fueron raramente raros. Para empezar, fué muy triste el ámbito de la escuela por el fallecimiento de un alumno, casualmente era conocido y amigo de nuestro curso. Cosa, que empeoró la situación para los profesores y compañeros.
Además de eso, tuve momentos raros e incómodos. También de felicidad si se puede llegar a decir. Como lo fué el Jueves pasado. Hacía tiempo que no me sentía tan bien después de ver a un persona. Y no, no esa pesona por la cuál a veces pierdo la cordura. Es una persona que es tiernamente especial para mí. Aunque sea forro con todos, conmigo siempre fué todo lo contrario. Lo quiero tanto que no logro poder expresarlo en palabras. Todavía lo extraño.
El viernes, uff. Cómo explicar lo que sentía el Viernes. Mejor, no explico nada porque tal vez escriba de más y esa no es la idea. Solamente voy a decir que fué hermoso, sí, lo sé, soy patética hablando de esto. La felicidad que sentí, fué increíble. Con tan sólo minutos, me hizo feliz para todo el año creo. De nuevo, como lo hacía antes.
Seguramente no sepa lo importante que es para mí, pero tampoco quiero que lo sepa, shh.
El punto es, no nos hagámos ilusiones sin motivo alguno, conozcámos toda la parte de ese moemnto para luego pensar. Y no nos colguemos de historias que no tienen fin, se diría.
En realidad no era eso, pero algo se entiende.
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Arrancacorazones.