Estar
recostada, mirar un punto fijo y comenzar a pensar, soñar y reflexionar. Sí,
todo a la vez. Es como perderte en cualquier cosa, en cualquier punto, en
cualquier pensamiento.
Me
paso hoy, cuando me acosté al lado de mi mamá. Me veía y la veía a ella. Como
cambiaron las cosas, como paso el tiempo, como crecí. Qué tan rápido paso todo.
A veces siento que desperdicio días y días de
mi vida acumulando cosas que tendría que decirlas, me pongo mal y hasta a veces
cometo locuras. A veces el sufrimiento que te da la vida es para algo ¿no? Desde
mi punto de vista, creo que sí. Sirve para mucho.
Es irónico
decir que ya no soy la misma de antes, pero también me resulta irónico pensar
que sigo siendo igual. En la mente tengo tantas inseguridades, tantos
pensamientos erróneos, pero que al fin y al cabo, me hacen reflexionar. Sin
embargo, hay veces en las que ni yo me entiendo. Lo sé, es mucho más raro de lo que pensaba. ¿Quién podría entenderme? ¿Quién? Si ni yo me entiendo.
¿Saben?
Hay gente que prefiere los halagos, los elogios, básicamente la mentira para
ser un poco feliz. Yo pertenezco a ese mínimo porcentaje que prefiere que le
diga la verdad neutra.
Como decía
antes, siento que desperdicio mucho tiempo en cosas que no valen la pena. Pero…
¿Qué más da? ¿Qué podría hacer?
Significativamente,
me importan las opiniones, aunque le grite al mundo que no. Últimamente, he
llegado a no querer salir de mi habitación solo por vergüenza a mi apariencia física,
me siento tan rara. No sé si es normal sentir asco al ver lo que refleja el
espejo, pero me pasa seguido. Y, no saben lo feo que es sentir eso.
Aparentemente,
para las demás personas, soy una de esas chicas que confían en sí mismas y no
les importa nada de lo que demás opinen. Qué tiene una confianza propia y demás.
Pero, creo que está bien, no deberían saber qué es lo que siento realmente. Me
convence mentirle a todos.
¿A qué
viene todo esto? A todo lo que me sucedió esta
semana. Muchas cosas, demasiadas creo yo.
Quiero
confiar, quiero colgarme de algo y perderme en ese algo, pero no puedo,
simplemente no puedo. Pienso en esas cosas que pasaron y digo: ‘¿Por qué debería
creer? ¿Quién dice que no es lo mismo de siempre?’ Cosas que pasan ¿verdad?
Siento
pena por mí, siento vergüenza de lo que me convertí y en lo que me estoy
convirtiendo. Quisiera que todo fuese distinto.
Y también,
esa otra persona que soy yo con otro tema. Digamos que no creo en nada, pero
igual dejo que me ‘boludeen’ un rato. Me gusta ser boludeada parece. Sé que no
es real y también sé que alguien más está. Pero al parecer no me importa ¿o sí?
Creo que sí, pero lo permito igual. ¿Ven? Me contradigo sola.
Soy un desastre para expresarme. ¡Já!
Creo que necesito a alguien.
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Arrancacorazones.