Vacio.

Y cuando ese dolor llega al escuchar lo que nunca deseaste haber escuchado, al observar lo que nunca deseaste haber visto, ese dolor que te carcome en el momento y te derrumba por dentro como si estuvieras hecha solo de algún tipo de material, pero estas muriendo, te estás pudriendo internamente, estas decayendo. Odiando todo, pero más a vos misma. En ese momento en el que el dolor ya paso por todo tu cuerpo dejando algún tipo de escalofrío que durará más de lo normal, pero sin embargo, sonreís.  Tu sonrisa es quebrada y tus ojos son tristes, pero nadie lo nota y vos reís, y ellos sonríen, ellos creen que estás bien y eso no te daño, tu solo niegas sonriendo y te vas. Vas... y ahora sí, te derrumbas, pero en soledad, no sos capaz de decirle a nadie. Buscas consuelo atacándote vos misma.