¿A dónde va uno cuando no quiere estar en ninguna parte?
Me lo preguntaría mil veces más si pudiera. Te lo preguntaría a vos, pero tu respuesta insensata me mataría una vez más. Estoy perdida en un vacío, hondo y profundo. Y es elocuente, porque cuando un lugar está vacío, es imposible perderse. Es como decir que me pierdo en la casa donde recién me mudé y que sea un mono ambiente. No hay nada. Pero me pierdo.
Me pierdo en eso que no hay, y no me encuentro más allá de vos. De buscarte y que tampoco estés, acá ni allá. Ni en esa foto que decora mi pared, ni en el anillo que supimos tener, ni en tu número de WhatsApp que no puedo borrar.
Alguna vez te dije, que no quería que me cuides, sólo que me quieras, que me quieras mucho.
"siempre te voy a cuidar, quiero hacerlo y estar siempre para vos..."
"no necesito que me cuides, yo sé cuidarme sola, sólo quereme. Quereme mucho."
Y este amor, iba mucho más allá de mi existencia, era mi ángel. Eras mi ángel de la eternidad. Era mi única verdad. Era de los dos.
No sé cómo encontrarte, como buscarte ni como encontrarme en esas palabras tan vacías que me haces creer. No puedo estar sin vos, pero me mata tu presencia. Y es tan ilógico que te quiera abrazar todos los días, mi amor, es tan largo el olvido y tan espontáneo el amor.