le solté la mano
y le abrí la puerta.
se fue, pero
no lo he olvidado.
aprendí que
hay amores que
se dejan ir,
pero no se van
aunque se vayan.

que todo es pasajero,
y relativo a la hora de amar.
que te llevan,
y a la vez te traen.

¿Qué es de los dos?

"¿Estamos bien?" Me preguntas.
Quisiera una foto de este momento, de tan juntos pero tan lejos a la vez. De dormir en una misma cama y de revés, sentir como el frío nos abriga y el calor se desvanece.
Siento que todo eso que surgió en nosotros, desapareció. Se fue. Con mis ganas de creer.
Jugué y perdí, apostamos y ganamos algo. Pero perdimos la esencia. Eso envidiable que nos unía y nos hacía uno.
En un momento nos miramos y ya no quedaban dudas, era nuestro tiempo. Dejé mil cosas por seguir y empeñe todo lo que me quedaba. Estoy segura de que la pelee.
Quizás vos también, a tu modo. Estábamos encendidos, como pleno Enero a tu lado. Cómo dos soles que volvieron a ver la luz después de ese eclipse llamado desamor.
Pero todo fuego se apaga. Con distancias que se transforman en agua, con mentiras que son polvo y rencores que esconden tristezas.
Y perdimos. Perdimos toda esa magia, que hubiese querido nunca perder. Esas ganas de vivir en tus abrazos y alquilar tus besos por más noches.
Miranos acá, ahora. Vos acá, yo allá. Yo acá y vos allá. Después de todo no somos tan distintos.
Daría todo por volver, un minuto más, un instante más a eso días. Esas noches que eran eternas sin saber que hacer, que decir, que escuchar, pero con vos se sabían esconder, bajo las sábanas del amor que aún nos quedaba por dar.
Tenés mi cuerpo acá con vos, pero ya no confiamos. Ya no sentimos.
Sos mi calabaza hecho Príncipe, sos el más lindo de mi cuento de amor. Pero no quiero sufrir más, no quiero velar un encuentro, un abrazo o un beso con amor y no con deseo.
Tampoco quiero dejar pasar el tiempo y ver que pasa, que pasó, que fue de los dos. Quiero intentar, pelearla como lo hice hasta hoy. Pisar a todos por vos, sólo por vos. O por mi felicidad.