Comiendo helado
un Martes gris, con lluvia y una novela en el televisor. ¿Qué más puedo decir?
Una buena ocasión para escribir ¿no?
Sin más preámbulos
sobre este día, que no viene al caso, empiezo.
El domingo, un
verdadero Domingo fulero. Que mas decir si ayer fue un día terrible también; lunes
de espanto. Dos días que hubiese preferido no vivir, hubiera preferido no enterarme de cosas que
realmente me hicieron mal y no haber perdido personas que quería muchísimo.
Así como están esas
personas que con una palabra te arruinan el día, también existen aquellas que
con una sonrisa, te lo alegran y hace que cobre sentido. En este caso, su
mensaje a medianoche me cambio la perspectiva del lunes. Todo venia mal,
literalmente, y su mensaje hizo que cobre sentido sacarle una sonrisa a la
pantalla.
Fue algo como “días
de mierda y el Lunes”. Resulto muy contradictoria lo sé. Pero bueno, lo importante que es esa persona
la que me alegro el día, y se lo agradezco muchísimo. Quisiera abrazarlo y
decirle lo mucho que me importa.
Yéndome a otro
tema, muy fuera de contexto, también están esas personas que se dicen que le
importas, pero no, las bolas le importas.
“No te hagas mas
eso, te dejan marcas y queda horrible” Nunca un “Che contame ¿Por qué lo haces?
¿Estás bien? Confía en mi” No, nunca voy a escuchar esas palabras.
Lo más loco es
que la gente te juzga sin conocer, daría todo porque nadie supiera nada de mí,
quisiera resolver todo solo y sé que no se puede, pero tampoco pido la ayuda,
creo no necesitarla.
Si estuve tanto tiempo solo ¿Por qué no más? Sé
que nadie me va a entender, lo entiendo.
Está bien, nada
se resuelve, pero ¿Qué más da? ¿A quién le importa lo que me pasa? A veces
pienso si alguien pensara en mi, si alguien se tomara el tiempo de decir “boludo
está mal”. Después me acuerdo de todas las personas que tengo alrededor y me
contesto yo sola: ‘No, no seas ingenua estúpida’.
Y así es como uno
sobrevive a la vida. La cuestión es que odio a la sociedad, es todo una mierda.
Durante este periodo de la adolescencia te das cuenta que el ser humano es lo
mas forro que puede existir, lo más falso y lo mas asqueroso. Te das cuenta de
quienes valen la pena ante otros, de quien está con vos y quién no. No todo es
como cuando estábamos en primaria y jugábamos a las muñecas todos juntos en la
casa de alguien. Ni tampoco todo es como las películas, ni como los cuentos de
princesas que saca Disney, y muchas veces creemos. De eso y de otras cosas, nos damos cuenta
cuando entramos a una etapa de ‘superación’ por así llamarlo.
Conclusión, son todos una manga de forros. Cada día
me decepciono más de las personas que pensaba conocer.
No meto a todos en una misma bolsa, obviamente,
hay personas de las cuales a veces no esperas nada y sin embargo son las que más
te ayudan a superar las cosas.
Para mí, habría que volver a recrear a la raza humana,
ya flasheaba.